viernes, 23 de septiembre de 2011

La vie en rose

No quiero que todo vuelva a empezar, de verdad que no, pero no sé cómo pararlo.
Dicen que soy tremendamente tranquila, que no hay nada que me derrumbe ni que me preocupe hasta el punto de decir basta. Que nunca me pongo nerviosa y que sé afrontar todo lo malo que viene. Que estoy completamente segura de mí misma, que nada me estresa y que veo la vida de color rosa...
Pues ¿sabéis una cosa?, es todo mentira. Soy una estupenda actriz haciendo el papel de mi vida.
Me engaño a mí misma y lo encierro bajo, en lo más profundo, en un búnker de alta seguridad. Lo guardo bajo llave, para que no salga, y muestro una de mis mejores sonrisas, una carcajada quizá.
Una tras otra, voy metiendo todas las cosas que me inquietan en vez de darles solución. Son insignificantes, pienso, no importa, pero el búnker tiene una determinada capacidad, una limitada capacidad, y todo acaba saliendo antes o después, de una forma u otra.

Lo peor es que soy consciente. Sé perfectamente que la basura se acumula en un rincón, pero aún así, sigo llenando la habitación, día a día, minuto tras minuto. Empiezo a notar un desagradable olor, pronto tendré que deshacerme de todo, pero no sé cómo. No sé cómo cambiar, a fin de cuentas, eso es lo que soy, la despreocupada, alocada y siempre alegre chica, y la realidad es que no quiero cambiarlo, aunque eso suponga construir un búnker más grande...

No hay comentarios:

Publicar un comentario