martes, 9 de octubre de 2012

Tanto por descubrir, tanto por aprender...

Adoro este sentimiento de libertad. Escuchar una canción que te llene por dentro, que te haga replanteártelo todo. Escribir.
Demasiadas cosas en mi cabeza, pero esta vez es distinto. Ahora sé lo que quiero, ahora sé a quiénes quiero. Es raro. Toda mi vida intentando ordenarlo todo y ahora me doy cuenta de que es precioso vivir en el descontrol. En el ahora.
Poco a poco voy tirando al suelo mis papeles, todas mis carpetas y archivadores mentales. Para qué? Qué más da saber el nombre de algo, su lugar? Yo solo quiero tenerlo, vivirlo, experimentarlo. No importa nada más.
No busques nada, no añores ni desees nada. Todo llega y, seguramente lo hará cuando estés preparado para alcanzarlo. Dedica tu tiempo a aprender y a enseñar. Llena tu vida de cosas buenas sin pensar en nada más. Rodéate de gente que te quiera. Disfruta, diviértete, ríete de ti, del mundo.
Son estos momentos los que definen tus recuerdos.
Ahora solo me apetece lanzarme al vacío, salir al mundo y decirle que mando yo, ya no más juegos, no más encarcelamientos. Todo lo que quiera, cuando quiera.

martes, 12 de junio de 2012

Off

Probablemente nunca llegue a publicar todo lo que quiero escribir hoy, pero aún así lo haré.

Quiero desaparecer de nuevo y me da rabia querer hacerlo. Soy una cobarde que huye cuando las cosas comienzan a ponerse raras. Nunca he sabido afrontar lo relacionado a los sentimientos, cualesquiera que sean.

La verdad es que solo tengo ganas de dejarlo todo pasar, de vaciarme la cabeza y no pensar. Tengo ganas de olvidarme de todos, por muy insensible que eso pueda sonar. Desconectar.

Creo que el calor y esta creciente ansiedad por el mar empiezan a afectarme. Me da igual todo. Exámenes, carrera, hogueras, amigos. Solo quiero poder zambullirme profundo, muy profundo y permanecer ahí hasta que los pulmones me insten a subir a coger aire.

martes, 22 de mayo de 2012

Es lo único que importa

No sé qué me pasa últimamente. Es como si nada de lo que antes tenía sentido lo tuviera ahora. Como si todo mi sistema hubiera caído y tuviera que replanteármelo otra vez.
Si el objetivo de todos en la vida es el de ser feliz, por qué parece que cada paso que damos, cada meta que tenemos, nos aleja un poco más de conseguirlo? 
No sé vosotros, pero yo soy feliz con un simple paseo por la playa, una charla con un amigo, un abrazo, una peli, un buen libro, una historia de amor o el olor a sal.
Soy feliz escuchando una canción, la risa de un niño, zambulléndome en el mar, bailando hasta caer rendida o escribiendo cosas sin sentido, justo como hago ahora. 

viernes, 18 de mayo de 2012

Gracias

Me encanta volver a sentirme extraña, necesitar escribir, pensar, darle vueltas a todo. Esos momentos previos en los que saboreas cada pensamiento, cada letra mientras suena de fondo una canción.
He vuelto a cambiar, he vuelto a derrumbar mi muralla y me encanta.

Cada día que pasa me doy cuenta de lo débil que soy y de lo fuerte que eso me hace sentir. No me gusta no necesitar a nadie, no quiero poder vivir sin apoyos, sin gente que te de un abrazo a tiempo, cuando no te apetece o simplemente te haga sonreír.
Cuanto más me doy cuenta de eso, más llena me siento. Soy feliz, a pesar de todos los cambios que han sucedido en mi vida, a pesar de no tener claro qué paso seguir ni quién estará a mi lado. Me sobra con saber que necesito. Un amigo, una madre, un padre, un amante, un compañero...
Toda la vida me he convencido de que necesitar es malo. No puedes necesitar, tienes que aprender a vivir con lo que tienes, valerte por ti misma sin importar lo demás. Crecer, madurar, hacerte a ti misma. No puedes mostrarle a los demás que eres débil o te harán caer.
Ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba

Todos necesitamos algo, alguien. Una palabra que te haga recordar por qué sigues en pie, una mirada que te haga olvidarlo todo, un beso que te quite los sentidos y por un momento te haga sentir viva. Es humano y, por alguna extraña razón, he intentado privarme de ello para no mostrarme débil, lo que, paradójicamente, no me hacía sentir más fuerte, sino simplemente mucho más fría.

Ahora que más vulnerable soy, más débil, es cuando más completa, más feliz y a la vez más fuerte me siento. No soy sólo yo, para hacerme caer tendrás que derrumbar a aquellos que están conmigo. Aquellos que, doy gracias todos los días por ello, han sabido ver más allá de las apariencias o han rascado un poquito de mi debilidad, mi necesidad no expresada con palabras.

Esas personas nunca sabrán lo mucho que me han ayudado a ser como soy, a seguir adelante, porque desgraciadamente, todavía no soy lo suficientemente débil como para hacérselo saber completamente.

Quizá, esta entrada está dedicada a ellos, desde el silencio de mi habitación, desde la verdad de mis pensamientos.

domingo, 15 de abril de 2012

¿Qué camino asfaltar?

Sentimientos confrontados que me confunden. Remolinos de bruma que no me dejan ver, pero sí sentir. Ilusión y desilusión, alegría tintada de melancolía. 
Esperanza de que todo acabe como debe acabar. 
No sé lo que quiero, lo más importante, pero no hace falta. 
Muchos caminos empezados, a medio caminar, pero aún queda asfaltar mucho más y es mucho el trabajo si no sabes cuál.
¿Cuál? Todos comunican, desembocan, pero ¿cuál escoger como el principal?, como el río y sus afluentes. 
Difícil cuestión que determinará el resto de tu vida. 
De momento contratas más personal que pavimente cada uno de los caminos, caminos que paseas a tus anchas, disfrutas a medias y recorres lentamente. 
Llegará el día en que tengas que elegir cuál será el destino de tu vida, cuáles tus prioridades, cuáles tus simples hobbies. El resto de caminos quedarán relegados a segundo plano, como anécdotas que anotar en tu libreta.

No quiero que llegue ese día, quiero disfrutar todas las posibilidades, todas las vistas. Poder elegir qué hacer en cada momento, nada determinante, aunque eso signifique avanzar lentamente y con probabilidades de perderme entre tanta senda. 

jueves, 9 de febrero de 2012

The Limitless Happiness

Últimamente siento que nada puede tirarme al suelo. Siento que, aunque por un momento crea que me vengo abajo, de la nada aparece un torrente de pensamientos que me inunda y hace desaparecer todos los problemas. 
Es como un espejo esperpéntico que muestra una visión alterada de la realidad. Una visión coloreada y relativa que me recuerda que no hay problema lo suficientemente importante como para hacerme perder la ilusión. 
El espejo está sujeto por todas esas personas que siempre están ahí, esas personas que te quieren con hechos y palabras, que te susurran las únicas frases capaces de levantarte. No son muchas, bastantes menos de las que pensaba, pero las suficientes y os doy las Gracias.

Os doy las gracias porque siento que le importo a alguien, porque soy más fuerte que nunca, porque gracias a vosotros siento que puedo superar cualquier cosa, porque estoy aprendiendo, porque estoy cambiando. 

Ahora, nada que me decepcione tiene el poder de cambiar mi estado de ánimo, de hacerme renunciar a intentarlo, de pensar que no merece la pena, de hacer que me infravalore. 

Llamadme pasota, bohemia o lo que queráis, yo lo considero felicidad sin límites.

lunes, 9 de enero de 2012

Juego de títeres

Hoy me siento feliz. Es uno de esos días en los que te levantas de buen humor sin saber por qué.
Quiero empezar bien este 2012 y, por el momento, tengo algunas propuestas de cambios. Ya veremos si soy capaz de llevarlos a cabo.
Voy a tomar la sana costumbre de leer estos momentos de optimismo cuando note que me vengo abajo. Son bastante reconfortantes. Me hacen pensar "que te den, mundo!" y es genial.
Realmente no sé por qué estoy escribiendo, no tengo absolutamente nada que decir, salvo que ¡viva la vida! Pero bueno, eso es otro cantar.
Quiero empezar a tomar el control. Se debe sentir uno tan bien... Aunque quizá me cueste un poco al principio, ya sabes, nunca se me ha dado bien eso de manipular. Tendré que comenzar a aprender, nunca es tarde para un mañana mejor.
¿Bailas, marioneta mía? Espero que sí ;)